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La endometriosis me hizo convertir los “por qués” en “para qués”. Encontrarle propósito a esta condición fue un reto que valió la pena, y del cual nació esta comunidad que hoy nos ha dado una voz. Un reto a través del cual decidí que esta enfermedad no sería un obstáculo, más bien un camino de constante crecimiento, y la mejor maestra para aprender a ser más de lo que no soy.

Paola Paniagua

Fundadora de Endometriosis Dominicana

Fui diagnosticada a los 21 años, y desde entonces este camino ha sido como una montaña rusa, a nivel físico y emocional. Lo primero que sentí fue miedo, porque no estaba recibiendo suficiente información, y según el personal médico todo se resumía a vivir con dolor crónico e infertilidad.

En los 7 años transcurridos desde mi diagnóstico puedo decir que la endometriosis me ha robado un montón pero me ha dado regalos increíbles. He adquirido fortaleza, para aceptar que aunque tenga que vivir con ella, y luchar en muchas ocasiones contra la depresión, esta condición no me define.

 

Hoy soy más agradecida, tengo más fe, y he recibido el apoyo incondicional de mis seres queridos y la determinación de seguir adelante. Vivir con ella me ha enseñado a ser más empática, no solo con mujeres que también la padecen, sino también con personas con otras condiciones.

Soy más que la endometriosis porque me ha dado una perspectiva diferente de la vida y aún con el dolor y las dificultades, no me limita, no me define.

— Mabel Peralta

Todo inició con mi primera menstruación: fuertes dolores, desmayos sin causa alguna y mucho sangrado eran mis síntomas. Ocho años más tarde, logré obtener un diagnóstico que me provocó intranquilidad por la falta de información de la enfermedad, pero a su vez dio una respuesta a lo que ya venía sintiendo.

Inicialmente, la endometriosis me quitó mucha calidad de vida, pero sólo era cuestión de aceptarla y aprender a vivir con ella.

 

Me tocó vivir con una enfermedad silenciosa y poco conocida en nuestro país. Pero gracias a ella hoy soy más valiente, y me despierto cada mañana con más fuerzas para enfrentar las adversidades. Me esfuerzo para que nunca me falte una sonrisa en mi rostro.

La endometriosis me ha hecho más humana, y puedo decir que soy otra mujer, ya que me valoro más que antes y mi amor propio se fortalece día tras día.

Al ver mi cicatriz pienso que el tiempo de Dios es tan perfecto, y que por eso estoy agradecida por que hoy soy una endoguerrera.

— Deny Ruiz

La endometriosis me enseñó que los cambios de planes pueden surgir en cualquier momento, y que algunas personas siempre estarán, pero otras solo están de paso. Que el ahora es lo que tengo más seguro; que dolor, siempre, siempre cruzará la puerta. Y que pase lo que pase, nada y nadie tiene el poder de robarme mi encanto.

Abdia Acevedo

Co-fundadora de Endometriosis Dominicana

Fui diagnosticada con endometriosis a mis 31 años de edad, y con esto di una respuesta a todos los años de trauma que viví por sufrir un período menstrual incapacitante mes tras mes.

 

Fui médico tras médico mientras buscaba solución a esta condición que me robaba mis ilusiones y esperanzas, que me desgastaba emocionalmente y quebraba mi espíritu. Cada etapa de mi vida me hacía sentir derribada una y otra vez.

Empecé de cero muchas veces, siempre en busca de poder ser libre de esta condición, y de poder ser una mujer normal como las demás... de poder vivir sin dolor al menos una vez. En esa búsqueda inagotable, perdí lo único que creí que no perdería: mi salud mental. Fui diagnosticada con depresión y medicada.

 

Fue entonces cuando entendí que lo más saludable era aceptar que esta condición es real y que es algo que no se iría.


Hoy sé que soy una guerrera: fuerte, poderosa e imparable, y que la endometriosis no me destruirá, ya que trabajé, sané, y superé todas las cosas que podrían haberme destruido.

 

— Itzel Arias

Si pudiera describir el momento en que me diagnosticaron con endometriosis diría que fue una mezcla de emociones. 

 

Tras aproximadamente 14 años padeciendo de dolor pélvico crónico, un dolor muy cruel que decían que era normal, verme afectada por una condición que no tiene cura, generó mucha ansiedad y miedo dentro de mi, el cual trataba de ignorar pero que me ha hecho crecer significativamente.

Lo mejor que la endometriosis ha sacado de mi es el amor. Amar a Dios, a mi, amar la vida. 

A veces el sufrimiento nos hace odiar lo que somos. La depresión ha sido una de mis luchas luego de saber que padecía endometriosis, ya que surgieron muchas inquietudes que me generaban gran dolor y tristeza, pero que fueron remediándose.

 

Mi diagnóstico fue esa respuesta que por mucho tiempo estaba buscando, al menos para tener contra qué luchar, y no conmigo misma.

 

La endometriosis me ha enseñado a ser mi mejor amiga. Gracias a la endometriosis, hoy amo más mi vida y quien soy.

— Lidia Celeste

A través de los años, aprendí a vivir con endometriosis, y puedo decir que gracias a ella hoy tengo más fe. Ella me ha regalado fortaleza y empatía, permitiéndome ser portavoz de esta condición, y dar aliento a otras mujeres que también la padecen. Soy más que la endometriosis porque me siento fuerte e invencible. Con cada cirugía mi resiliencia se ejercita, y en cada paso que he dado, Dios ha estado conmigo.
 

Scarlet Alvarado

Miembro de Endometriosis Dominicana

Hace dos años, cuando fui diagnosticada con adenomiosis (endometriosis interna) sentí miedo, me llené de incertidumbre, de dudas, y de preguntas. Lloré, estaba angustiada y estresada. Encontré muy poca información sobre el tema, ya que si de la endometriosis encontramos poca, de la adenomiosis encontramos mucho menos.

Sin embargo, gracias a la adenomiosis hoy soy más empática, más creyente, más humana. Me ha enseñado a conocer más mi cuerpo, a cuidarme mejor, a investigar.

 

Hoy son más las cosas positivas que negativas las que me ha dado este diagnóstico. Hoy soy más agradecida por lo que tengo, y me atrevo a vivir más en el presente.

Si fuiste diagnosticada con una de estas condiciones, puedo decirte que al principio sentirás muchas cosas: tristeza, enojo, miedo, depresión… pero con el tiempo encontrarás respuestas a preguntas que te hacías, aprenderás a conocerte. Y si necesitas ayuda, no dudes en buscarla. Amáte, quiérete y cuídate.

— Estemil Valerie

Si pudiera describir en una palabra el momento en que me diagnosticaron con endometriosis, diría que estuvo lleno de mucha confusión, ya que no contaba con información precisa sobre esta enfermedad.

En el 2012 tras un embarazo ectópico y otras complicaciones de salud, inició mi batalla con esta condición aún sin saberlo. Me diagnosticaron en el 2019, pero el dolor ha estado presente durante muchos años y entendía que este era normal.

 

Sin tener un diagnóstico preciso, no desistí, y aunque no fue fácil, esto me permitió colocarle un nombre a lo que sucedía en mi cuerpo cada día, cada mes, y a entender que debemos ser constantes en nuestra lucha y no dejarnos vencer.

Ella me ha enseñado que mi salud física y mental es prioridad. En ocasiones colocamos otros compromisos en primer lugar y nuestra salud pasa a un segundo plano. Olvidamos darnos la prioridad que merecemos y necesitamos. Esta condición me regalo ocuparme más de mí.

— Mayerlin Díaz

La endometriosis me ha enseñado a ver todo con mejor cara, de manera más positiva. Por eso te digo que no te rindas. Aún teniendo una condición como la de nosotras se puede vivir. Sé que nos cansamos, y que no todo el mundo aguanta nuestros cambios, pero nunca te rindas. Somos más que la endometriosis. Somos mujeres fuertes que batallan hasta el final. Somos las mejores guerreras que Dios ha mandando a esta tierra.

Edith Fernández

Miembro de Endometriosis Dominicana

El momento de mi diagnóstico de endometriosis me produjo un sentimiento de confirmación. Tenía la gran sospecha de lo que ya padecía, y para mi, ponerle nombre fue un alivio, y el poder manejarlo debidamente y no sufrir en medio de lo desconocido.

La endometriosis ha fortalecido mi resiliencia y mi fe en Dios. Una vez más me demuestro lo fuerte y valiente que soy, y que a pesar de las adversidades que puedan ocurrir, continuo adelante aprendiendo de ellas y creciendo a nivel emocional a través de ellas agarrada de la mano de Dios.

Además, hoy soy más audaz. Expreso mis emociones y sentimientos más fácil, sin miedo, sin vergüenza, con valentía, y con seguridad.

 

Ella me ha enseñado a entender los cambios y emociones de las personas que padecen una condición que no decidieron tener pero que cada día luchan contra ella.

Soy más que la endometriosis porque yo la tengo a ella pero ella no me tiene a mi.

— Pamela Díaz

Desde siempre, el dolor del período ha sido el protagonista, pero también desde siempre, se me acostumbró a desarrollar el famoso “aguante”, ya que socialmente el dolor es normal, y hay que aguantarlo. Pero, con el pasar de los años, el dolor se ha hecho más fuerte y los medicamentos dejaron de ser efectivos. Siempre supe que algo no andaba bien, y no podía comprender cómo fuese normal sufrir tanto con algo que es parte de nuestro desarrollo, como lo es la menstruación.

Luego de 3 años, los síntomas, cambios hormonales y el dolor continuo se han seguido desarrollando, hasta el día de hoy. Por suerte, he encontrado esta comunidad, donde todas saben qué tanto duele, qué tanto sufres, y que a veces levantarse es difícil. Donde también reconocemos que no somos ñoñas, ni dramáticas, porque no solo hay que lidiar con el dolor, también con la presión social de que no podemos flaquear.

Me dispuse a luchar siempre, y a sonreírle a la vida, a la endometriosis, a la cual nunca le permitiré que me arrebate mi sonrisa. Siempre sonreiré, y ahora con mayor satisfacción porque ella no me vencerá. 

— María Herrera

Si deseas que tu testimonio sea compartido en nuestra comunidad para que otras mujeres puedan conocerlo, escribenos a endometriosis.rd@gmail.com y mándanos la foto de tu preferencia en buena resolución, y un texto de al menos 100 palabras. Recuerda ponernos tu nombre, edad y lugar de procedencia.

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